De manera general y con pleno conocimiento de causa puedo asegurar que la mayor parte de mi vida me he enfrentado a parálisis por análisis, ante ello he dejado pasar oportunidades muy importantes en mi vida personal, laboral y académica, y como consecuencia de ello he tomado decisiones precipitadas sin considerar las consecuencias ni riesgos pese a tener el tiempo suficiente para su valoración.
Pros y contras, pueden ser muchos o pocos pero nunca han sido suficientes para permitirme tomar una decisión sin sentirme presionado o con temor permanente a equivocarme, siempre tiendo a creer que ese es un riesgo o tal vez pueda llegar a convertirse en un autosabotaje y en algunas ocasiones llego a solicitar ayuda para decidir.
A veces llego a pensar tanto y a analizar la situación que simplemente todo termina en una decisión por inmovilismo o intuición.
En fin, la mayor parte del tiempo cuando son decisiones menores que no implican grandes responsabilidades ni consecuencias que pudieran generar mayores conflictos o problemas puedo decir que siempre analizo y pienso cuales pueden ser mis opciones.